Mcallister, dibujaba en letras una capital francesa, París 2045, muy gris, llena de barrios periféricos, circundantes, aislados, continuamente controlados sus moradores por drones, y un núcleo urbano vallado, erigido por edificios fortaleza rascando el cielo, donde nadie vivía, donde se controlaba todo el trasiego de todo el dinero electrónico. Podrías ser borrado pulsado un botón.
Conocer y compartir el hecho de volar entre los nadies, podrá no hacer realidad la profecía.
Roberto subido en su dron, vino a compartir un rato del domingo, de ahí el lag tierra-aire
Si quieres iniciarte en el narcotráfico electrónico de tabletas de chocolate blanco por aire, déjale un comentario.
En Madrid sufrimos día y noche el helicóptero de la policía.